25 de enero de 2008

La Carta de Santiago de Medicina Familiar y Comunitaria.


Carta de Santiago
Sobre el desarrollo de la Medicina Familiar y Comunitaria

“Salvemos la reforma de salud, hagamos Medicina Familiar”

Santiago, 26 de enero del 2007


Distinguidos Colegas y relacionados:

ENTIENDO, QUE:

… El proceso de reforma sectorial en salud debe ser apoyado con la formulación y aplicación de políticas públicas que impulsen los principios, leyes y reglamentos que debidamente consensuados se ha dado al país, especialmente los referentes al logro de la universalidad, la calidad y la integralidad de las atenciones de salud.

… Es necesario seguir activos en la unión de esfuerzos y voluntades, en la coordinación de estrategias y actividades destinadas a aplicar una política común para el desarrollo de la Medicina Familiar y Comunitaria, base fundamental de los principios, leyes y reglamentos antes citados.

… Los profesionales como principales artífices y gestores de las organizaciones de salud y principal nexo de unión con los ciudadanos, tienen que sentirse parte vital del sistema de salud y formar parte activa de la toma de decisiones por lo que deben apoyarse estrategias motivadoras e incentivadoras para los mismos.

… Las universidades tienen el deber de anticiparse en las innovaciones que requiere el sistema de salud para responder a las nuevas necesidades organizativas y de conceptualización de la atención de la salud.

… Las escuelas de medicina deben concebir planes de estudios flexibles y versátiles que hagan posible la emergencia de un producto diversificado, diferente y adicional al producto uniforme que actualmente se denomina médico general.

… El ciudadano como objeto y razón de ser de las organizaciones de salud debe ser reconocido en una sociedad avanzada y democrática como participante en los procesos de toma de decisiones que le afectan.

POR ESTAS RAZONES, DESEO:

Solicitarles a las instancias que participan activamente en la toma decisiones en cuanto a las políticas de salud: SESPAS, CERSS, SEESCYT, ADOFEM, UNIVERSIDADES, ASOCIACIONES PROFESIONALES, CNSS, IDSS, SISALRIL, ASEGURADORAS, SENASA, CMD, entre otras.

PARA QUE ACTÚEN A FAVOR DE:

1. El compromiso para elevar a las instancias correspondientes de sus respectivas instituciones, la solicitud debidamente argumentada para que la Medicina Familiar y Comunitaria sea incluida como asignatura en todos los programas académicos de pregrado de medicina en las universidades de este país.

2. La creación de una oferta oportuna y masiva de profesionales de Medicina Familiar y Comunitaria con distintas modalidades que permita la rápida formación como serían: las “residencias de medicina familiar y comunitaria” integradas al pregrado y a la pasantía social de ley y las “maestrías de medicina familiar y comunitaria” que reconviertan médicos generales de promociones universitarias anteriores en cinco ó más años, a las nuevas modalidades de formación de especialistas.

3. La garantía para que los programas de Residencias como los de Maestrías en Medicina Familiar y Comunitaria tengan la calidad y rigurosidad necesarias para asegurar la obtención de un profesional con la debida preparación académica y sensibilidad social.

4. El estímulo a las iniciativas de las sociedades especializadas para acreditar el desarrollo profesional de sus miembros por metodologías contrastadas por instituciones de reconocido prestigio, así como, a que se consoliden las iniciativas encaminadas a disponer de herramientas sensibles de evaluación.

5. La incorporación masiva de los especialistas de Medicina Familiar y Comunitaria a la oferta de los servicios de salud ampliando su solicitud en los concursos de selección de personal de salud, priorizando los lugares con mayores necesidades.-

6. Que se incentiven con diversas opciones económicas y no económicas, los procesos de reconversión de los médicos generales a través de las “maestrías de medicina familiar y comunitaria”, al igual que los “especialistas de medicina familiar y comunitaria” que formen las universidades en las residencias médicas y en los programas de maestrías.

7. La mejora continua de la calidad y de la disponibilidad de recursos en los servicios de medicina familiar y comunitaria para que estas mejoras sean un objetivo permanente e irrenunciable y una condición indispensable para la aceptabilidad de estos servicios y así garantizar la solución de al menos el 85% de los problemas de salud de la población.

8. Una medicina familiar y comunitaria no limitada a la salud directa de las personas sino también integral e integrada a las características del entorno, imbricada con las comunidades donde trabajan estos profesionales y con una notable influencia en los estilos de vida, la atención del ambiente y los componentes intersectoriales, incorporando los programas de promoción y prevención como parte consustancial y fundamental del quehacer diario de los médicos familiares y comunitario.

9. La generalización del uso de la historia clínica en todos los niveles de atención, procurando que circule libremente entre los distintos profesionales que atienden al usuario para facilitar, gracias a la tecnología actual y con respeto al secreto profesional, un acceso eficiente y de calidad de los datos, generando un alto grado de satisfacción en la población.-

10. Que la continuidad y longitudinalidad asistencial sea un objetivo esencial de las políticas de coordinación y comunicación entre y en los niveles de atención, de manera tal, que el ciudadano no perciba solución de continuidad en sus cuidados y tratamiento. También, las Redes de Servicios de Salud deberán ser relevantes para rentabilizar al máximo las actuaciones de salud, la coordinación con los programas de salud colectiva y los programas de lucha contra la pobreza.

ESTAS REFLEXIONES, SURGEN EN EL ENTORNO:

Del Primer Seminario Internacional de Medicina Familiar y Comunitaria Dr. Rafael Cantizano Arias, celebrado en la ciudad de Santiago de los Caballeros, República Dominicana los días 6, 7 y 8 del mes de diciembre del 2006 y el Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud,

LES INVITA A:

Suscribir y refrendar esta “Carta de Santiago” como la expresión del deseo compartido por instancias académicas, sociales y políticas, con ideas concordantes y el interés de aportar a la conformación de un sistema de salud más justo, humano y efectivo, de acuerdo a las capacidades económicas del país. Con lo cual “salvaremos la reforma de salud, haciendo medicina familiar”.

Le saluda, desde la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.


Dr. Fernando Rojas, Decano
Facultad de Ciencias de la Salud
Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra

2 comentarios:

HOSTOBEN dijo...

Un año después de publicada esta carta, nacida en el seno del Seminario Internacional de Medicina Familiar y Comunitaria, tenemos el placer de anunciarles, que este enero del 2008, la Escuela de Medicina de PUCMM inició la cátedra de pregrado de Medicina Familiar y Comunitaria en Pensun V.

Dra Hernandez dijo...

Es bueno que surgan ese tipo de inquietudes y que las propuestas sean puestas en marcha a la brevedad posible, pero tengo una inquietud, los estudiantes, los maestrantes y los especialistas formados con el perfil de medicina familiar, donde lo integraran? donde desarrollaran sus habilidades? donde ejerceran sus funciones? porque la realidad es que no le dan las oportunidades de crecer, y el pais o no solo el pais me iria un poco mas lejos el mundo necesita que los medicos familiares se formen debidamente, pero que tambien puedan desempenarse como tal y para lo que fueron preparados, pero cuando nos enfrentamos a la realidad es un poco dificil en verdad. Creo en el medico de familia y en la medicina familiar, por lo tanto debemos promoverla y concientizar sobre su importancia, no debe solo cubrir espacios vacios, no! es mucho mas que eso! es la medicina del futuro!